Por Alejandro Alminco Ayala | @Nobelalmerth
A menudo me preguntan que por
quién voy a votar en esta forzada segunda vuelta electoral que se desarrollará
este domingo siete de diciembre, donde se elegirá al nuevo o al mismo
presidente regional que gobernará el departamento de Huánuco del 2015 al 2018. Y
es necesario recordarles al nuevo postulante y a aquel que busca reelegirse,
que a partir del 2015 ya no existirá la reelección en las futuras contiendas electorales,
una norma de la no reelección de gobiernos regionales y locales aprobada por el
Congreso de la República, en su desesperación de poner fin a la corrupción en
estos órganos del estado. Pero según la opinión de muchos especialistas que con
esta norma los gobiernos regionales y locales que inicien su gestión se
apresurarán en robarse el dinero de la arcas del estado por el corto tiempo que
gobernarán – tan solo cuatro años –. En fin, esta norma no mermará en nada la
corrupción indignante institucionalizada en varios organismos de estado en estos
últimos tiempos con más descaro.
Es normal que la gente o los
amigos anden preguntado y comentado sobre este tema, pero a veces cansa oír el
nombre de estos candidatos que según dicen por ahí que representan el cáncer y
el sida, por quienes dentro de dos semanas iremos a las urnas a emitir un voto.
El que va a su última reelección embandera
el lema “Por más obras”, una frase vacía y contradictoria; ya que durante su
gobierno, que llega a su fin este 31 de diciembre, y que puede continuar, ha
dejado tantas obras abandonadas e inconclusas en las zonas cercanas y más
alejadas de nuestro departamento, algunas con presupuestos totalmente agotadas
y obras avanzadas solo al 40 por ciento, un claro reflejo de la tremenda
corrupción ¿de qué más obras habla? Y el nuevo postulante lleva como lema “Vota
por el cambio”, esta frase es una alegoría y un presagio a la trepidante
corrupción en la cual estará envuelto su gobierno si logra ganar estas
elecciones, debido a que está rodeado de gente maquiavélica y totalmente
cuestionada. Y que la ejecución de las
obras, según hablan las lenguas por ahí, ya estarían negociadas (si el río
suena es porque piedras lleva).
Si recordamos las elecciones del
pasado 5 de octubre, según la no tan creíble boca de urna de los medios de
comunicación y algunas encuestadoras, el nuevo postulante era el virtual
ganador para la presidencia regional de Huánuco con un 34.5% aproximadamente, y
el que va a su última reelección obtuvo 18.5 %. De hecho, el nuevo postulante
empezó a festejar por todo lo alto, pensando haberse adueñado del sillón del
gobierno regional por cuatro años, y que si hubo algún margen de error en la
boca de urna, solo pensaron que bajaría unos puntos, creían haber superado el
30 %, que es requisito básico para declararse ganador. Incluso, empezaron a
repartir los puestos de trabajo como premio a todos aquellos que trabajaron
arduamente durante la campaña. Pero al pasar los días la realidad se tornaba
diferente, iba perdiendo votos, mientras la oficina del Organismo Nacional de
Procesos Electorales (ONPE) tardaba en entregar el conteo de los votos al 100
%. El rasgo de desesperación se notó clarísimo del nuevo postulante, cuando al
día siguiente de las elecciones salieron a las calles en conjunto con sus
seguidores a denunciar fraude electoral, mientras el que iba a la reelección,
esperaba paciente en su búnker y observaba sigiloso cómo los votos del nuevo
postulante iba cediendo hasta quedar en el 29.90 % y de esta manera quedó
postergado el sueño de la victoria del nuevo postulante.
Yo ya tengo una posición clara
para este siete de diciembre, y ya decidí qué hacer con mi voto, aunque no sé
si me daré ese tiempo de ir a votar. La decisión que tomé es no dar mi voto a
ninguno de estos candidatos por dos razones: la primera es que no creo en el
nuevo candidato, no creo en sus gestos, no creo en su mirada, ni en el fingido
argumento que suelta cada vez que se para frente a sus seguidores y no
seguidores, no creo en la gente que le rodea – separo de este argumento a su
vicepresidenta y al electo primer regidor de la Municipalidad Provincial de
Huánuco, quienes si contagian confianza – no creo ni en su forma de caminar ni
en lo pobrecito que dice ser, ni en su supuesta capacidad para hacer obras
disque por ser ingeniero; en fin no creo ni en su propuesta de contratar a
Comunicadores Sociales para cada oficina descentralizada del gobierno regional
del interior del departamento. Con todos estos argumentos, no quiero extender
este texto mencionado que por qué no votaría por el que va a su última reelección,
lo único que diría es que no merece regresar al gobierno regional ya que
intenta utilizar nuestra débil democracia para legitimar la corrupción en ese
organismo del estado. La segunda razón por la cual tomé esta decisión de no
votar por ninguno de los dos, es que con el tipo de plan de trabajo que dicen
haber formulado de acuerdo a la realidad del departamento, no lograrán poner
los cimientos para el desarrollo en conjunto y sostenible de nuestra región. En
educación seguiremos siendo el penúltimo en comprensión lectora, en salud
seguiremos mirando como ese hospital regional se cae en pedazos a pesar de que
hace cuatro años ya existe un presupuesto para su nueva construcción, en medio
ambiente los mineros ilegales e informales seguirán depredando los bosques y contaminado
los ríos y suelos de la provincia de Leoncio Prado y Puerto Inca, en agricultura
seguiremos siendo los últimos y los agricultores seguirán produciendo solo para
subsistir, en seguridad ciudadana seguirá en aumento el sicariato y el robo a
mano armado, en medios viales de transporte terrestre las carreteras seguirán
en pésimo estado en la cual actualmente se encuentran. Nada cambiará, ni la
galopante corrupción mermará, al contrario seguirá en aumento.
Pero qué se puede hacer, uno de
ellos será el ganador, y Huánuco seguirá observando como un grupo de personas
hambrientas de dinero convierte en un festín por cuatro años más el Gobierno
Regional.
Finalmente, este domingo siete de diciembre, no solo en el
departamento de Huánuco se realizará este segundo acto electoral, sino en catorce
departamentos y dos provincias de nuestro país.
Fuente: Internet |
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