Por Alejandro Alminco Ayala
“El profesor de simbología Robert Langdon se
despierta en un hospital en mitad de la noche, desorientado y con una herida en
la cabeza. No recuerda nada de las últimas treinta y seis horas. Ni cómo ha
llegado hasta allí, ni el origen del macabro objeto que los médicos descubren
entre sus pertenencias. (…)”. Este texto
corresponde literalmente al extracto del párrafo que se encuentra en la
contratapa del libro “Inferno”, la sexta
novela publicada a mediados del año pasado por el polémico escritor
estadounidense Dan Brown (Exeter, 1964), hijo de Richard G. Brown, un
matemático ganador de varios premios científicos, y Constance, una organista de
iglesia episcopal.
Dan
Brown aparece en el terreno literario con su primera publicación titulado “La
fortaleza digital” (1998), luego de varios intentos por convertirse en una
estrella del pop, en la que fracasó estrepitosamente luego de haber grabado
tres álbumes que no tuvieron la trascendencia esperada por el autor. Ya desde
la aparición de su primera novela, Dan Brown fue presa fácil de los críticos
que rechazaban al libro por tener errores en la información que vertía mediante
su obra; una mezcla de ficción con la realidad. Posteriormente aparece su libro
“La conspiración” (2001), con la cual el éxito empezaría a pisarle los talones,
ya que ese libro había alcanzado la lista de los más vendidos durante ese
tiempo. Pero dos años más tarde, con la publicación de “El código Da Vinci”
(2003), Dan Brown lo que no pudo alcanzar con la música logra la fama mundial
en el campo literario, gracias a la venta arrasadora de dicho libro que
fue traducida a más de 40 idiomas aproximadamente
y superó la cifra de 70 millones de ejemplares vendidos en todos los países. Y
que incluso en el 2006 la novela fue llevada al cine para beneplácito de los
millones de lectores que había cautivado la trama protagonizado por Robert
Langdon, el personaje inventado por Dan Brown que aparecería por vez primera en
su libro “Ángeles y demonios” (2000) y que para muchos críticos se trataría del
alter ego del escritor.
Como
muestra de imponerse como uno de los escritores más populares de thrillers en
el mundo, seis años después, Dan Brown logra publicar su libro “El símbolo
perdido” (2009) que tampoco se salvaría de la apabullante crítica aún así por
ser una de las obras menos populares. Algunos especialistas en simbología,
arte, ciencia y religión; siempre tuvieron que escribir a raíz de cada
publicación de este escritor estadounidense, debido a que de una y otra manera
Brown intentó hacer que sus ficciones se conviertan en realidad. Siempre tuvo
ese afán de mezclar la ciencia con la religión a través de símbolos causando
furor en los especialistas, quienes decían que Dan Brown caía en graves errores
históricos al momento de citar fechas, lugares o contextos en la cual pueda
haber suscitado un determinado acontecimiento, mientras la respuesta de Brown a
sus detractores no se haría esperar y diría lo siguiente: “Escribo por placer y
los críticos tienen gustos distintos a los míos, así que nada puedo
hacer". Incluso el reconocido escritor italiano Umberto Eco, fue un feroz
detractor de Dan Brown, que al final, debido a la arrolladora popularidad de
las obras de Brown, en una entrevista con la prestigiosa revista Paris Review, confesó
cuando el entrevistador le preguntó que si había leído El código Da Vinci, a lo
que Umberto Eco dijo: “Sí, soy culpable de haberlo hecho.”
En
medio de tanta crítica y el escaso aumento de sus detractores, Dan Brown nos
hace entrega de su sexta novela titulado “Inferno”, que pone en escena por
cuarta vez a su personaje favorito, al tímido catedrático de simbología de
Harvard Robert Langdon, inspirado en “La Divina Comedia” de Dante Alighieri.
Los hechos se suscitan en el centro de Italia, Florencia, Venecia y Estambul; donde
Robert Langdon se ve arrastrado a un mundo lleno de terror muy ligado a una de
las obras de mayor trascendencia de la Literatura más importante, universal y
misteriosa de la Historia: el Infierno de Dante. Así Langdon se enfrenta cara a
cara con un adversario calculador y frio, con quien debe lidiar con un acertijo
ingenioso en un espacio de arte clásico, y durante este proceso descubre pasadizos
secretos y es empujado a ser testigo del surgimiento de una ciencia futurista
que está a punto de cambiar el rumbo de la humanidad. Buscando ayuda en el temible
y revelador poema épico de Dante, Langdon, se enfrenta al reloj en busca de respuestas
y personas de confiar antes de que el mundo entero cambie para siempre.
Con
esta obra, Dan Brown, aunque lo nieguen los críticos, se convierte en uno de
los escritores que impulsó a que más personas se interesen por la temida obra literaria
de Dante Alighieri, dándole un valor histórico y religioso e incitándonos a
seguir descubriendo los símbolos que cada palabra contiene “La Divina Comedia”.
Portada del libro original de Inferno |
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